ESCRIBIR COMO MOVERSE

La escritura para mí es una forma de entender el mundo. De hacerlo mío

Mi primera expresión creativa y productiva con la escritura fueron los libretos para televisión. Durante más de una década escribí desde dramatizados hasta documentales. Esto me permitió afinar las habilidades de mi oficio. Escribí miles de libretos y estoy seguro que, por lo menos, el 95% de esa creación es impresentable. Eso es lo de menos, lo importante es que me mantuvo en una práctica creativa regular. Entendí, desde el comportamiento, que la imaginación es un músculo.

Más adelante encontré otra salida para la escritura en el periodismo cultural, particularmente en la crónica de experiencia en primera persona. Es difícil para mi entender la narración con otro como protagonista. Es en mi mirada dónde yo encuentro valor.

Eso está directamente ligado con el otro aspecto central de mi práctica: la experiencia del cuerpo vivo. A los 21 años empecé una práctica de yoga postural moderno y desde entonces nunca he abandonado este arte oriental del movimiento. Mi práctica actual está centrada en el aspecto somático del yoga: creo que estamos hechos para movernos y que moviéndonos conocemos el mundo interior y exterior.

Esos son los dos polos de mi pulsación creativa: la construcción de un mundo imaginado desde la recepción personal de la realidad y la exploración del universo interno desde el movimiento ordenado y sistemático. La escritura para mí es una forma de entender el mundo. Y también una de las expresiones más sofisticadas del movimiento.